¿Qué pasó con el cerebro de Albert Einstein?
Quizá nunca supiste que el cerebro de Albert Einstein fue extraído por el patólogo Thomas Stoltz Harvey, el 18 de abril de 1955 una hora y media después de su muerte.
Se sabe que ningún familiar de Einstein había dado el consentimiento para extraer el cerebro, sin embargo, Thomas Stoltz no dejó pasar la oportunidad cuando se encontraba realizando la autopsia del cadáver. La única petición que nombró Einstein cuando estaba en vida, fue que cremaran su cuerpo ya que era tan famoso y no quería que profanaran sus restos para santería u otros rituales, pero Stoltz se salió con la suya sacándolo para poder estudiarlo y saber cuál era el gran secreto detrás del genio de Einstein.
Así que un día más tarde salió hablando a la prensa sobre su acto, Harvey le inyectó 10% de formol y colocó el cerebro en una solución para conservarlo, luego fotografió varias veces el órgano. La sorpresa fue cuando la familia de Albert Einstein supo la noticia, así que después de buscar un acuerdo con el patólogo ya que en la década de los 50s no se tenía que pedir permiso para tomar los restos de alguien fallecido, la solución fue que hiciera aportes investigativos sobre la causa de la sobre inteligencia de Einstein.
Harvey empezó a cortar partes pequeñas del cerebro mandándolas a Universidades y a expertos en anatomía, pero nadie dio con estudios claros, pronto se le convirtió en una obsesión y perdió su trabajo y su matrimonio.
Más adelante, el órgano estuvo escondido en una caja de sidra dentro de un congelador de cerveza, viajó a Estados Unidos y siguió siendo cortado en pequeños piezas y enviadas por correo en frascos de mayonesa.
1985 – 1988
Los resultados que Thomas empezó a compartir con el público fueron criticados por su desorden en como administraba el órgano, para colmo de males el patólogo perdió su licencia por no pasar el examen de medicina así que terminó trabajando en una fábrica de plásticos y allí alardeaba de que tenía en su poder el cerebro de Einstein, así que seguía cortando partes de cerebro y las regalaba a quien le caía bien.
Para 1994 Thomas ya tenía 82 años y un periodista decidió retomar la historia e ir a entrevistar al hombre que extrajo el cerebro de Einstein, curiosamente Harvey todavía tenía en su poder parte del órgano y algo que jamás alguien había logrado, fue convencer de entregar lo que quedaba del cerebro a la hija de Einstein y así fue.
Thomas Stoltz Harvey murió el 5 de abril del 2007 a la edad de 92 años y aunque los estudios han concordado con que el cerebro de Einstein era muy particular sigue siendo incierta de donde provenía su inteligencia, sin duda un genio adelantado para su tiempo.